viernes, 9 de marzo de 2012

CAPÍTULO 3: "Su Nombre es Emilia"

El norte de Chile, sus extensos kilómetros de belleza y majestuosidad fueron por años el imán para turistas ansiosos de empaparse de su magia y misticismo. Era un lugar único, que en estos tiempos de "fin de mundo", parecía aún más tranquilo de lo habitual. El lugar perfecto para que personas en búsqueda de su equilibrio interno iniciaran este recorrido y también el escenario ideal para que sectas como la extinta Comunidad de los últimos días forjara su hogar.

Por estas razones no fue extraño para Alonso y Carolina cuando se encontraron en su camino hacia el bunker con un pequeño grupo de sobrevivientes que comenzaban a crear su hogar en las dependencias ahora abandonadas de un hermoso invernadero de cristal. Era un pedazo del cielo en la tierra, en el interior del edificio de paredes de vidrio comenzaba a crecer lentamente la vegetación que afuera empezaba a extinguirse. Arboles frutales, parras e incluso un par de animales salvajes en proceso de domesticación, convivían con la docena de personas que se habían agrupado de forma natural, buscando algo en que aferrarse en estos caóticos tiempos.

Los dos sobrevivientes de Valle Azul rápidamente detectaron las características de Secta que tenía este grupo, por lo que aceptaron su invitación amable de comida y abrigo, estudiando analíticamente cada una de las palabras de quienes los acogían, descubriendo que entre ellos destacaba una mujer de una belleza inmensurable, que se alzaba naturalmente como el líder de ellos.  Tenía la piel blanca como la nieve, profundos e intensos ojos verdes, y un cabello anaranjado que le recorría la espalda hasta llegar a la parte trasera de las rodilla de forma ondulante, su nombre era Emilia, y la serenidad de su hablar, invitaba al letargo y la calma.

La mujer recibió a los recién llegados como si los hubiese estado esperando desde siempre y su invitación fue a quedarse con ellos el tiempo que fuese necesario, sin embargo pronto el médico y su acompañante le aclararon cual era el objetivo de su travesía.

La información sobre el destino de su viaje obligó a los forasteros a contarle a la gurú un poco de su pasado. De la desolación que habitaba en Valle Azul y la masacre que se había desarrollado al interior de la Comunidad capitaneada por Joaquín.

Los ojos de la mujer se cargaron de lágrimas, al punto de tener que tapar su rostro para ocultarla de quienes le relataban los hechos más recientes. La conclusión le resultaba macabra por el baño de sangre que la protagonizaba, pero más aún por una cercanía con la historia que Alonso y Carolina desconocían. Emilia avanzó hasta un pequeño bolso colgado en un pilar y sacó un portadocumentos, extrajo su carnet de identidad y se lo ofreció al médico.

Fueron sólo segundos los que el doctor necesitó para entender lo que la mujer quería decirle y cuando levantó la mirada, con una sonrisa angelical Emilia asintió confirmando sus sospechas.

- Mi apellido es Arellano... Soy la hermana de Joaquín.

...CONTINUARÁ

2 comentarios:

  1. definitivamente esta demasiado buena la historia, felicitaciones

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  2. ¡Muchisimas gracias! Ya pronto llega el cuarto episodio...!

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