"Valle Azul" era un pueblo que debía su nombre a que sus cielos siempre estaban despejados; Las características de la zona donde se encontraba situado hacían que las nubes nunca cubrieran sus cielos, ni de día, ni de noche; El sol brillaba majestuoso en las mañanas y tardes, y al caer la noche el techo del pueblo se cubría de estrellas.
A oídos de Emilia había llegado la información que su hermano Joaquín estaba formando un culto bautizado como "La Comunidad de los Últimos Días", que ya contaba con unos pocos seguidores y que estaba liderado por el hombre que llevaba su sangre y por Lola, una mujer sumisa que cumplía un rol de esposa con él.
Las profecías del fin del mundo, que pertenecían a la doctrina "Arellano", eran palabras con las que Emilia había crecido, ya que su padre las había repetido una y otra vez durante toda su vida. Esta agrupación, que corría peligrosamente el riesgo de ser una secta, despertaba lentamente desconfianzas en los habitantes del pueblo, quienes silenciosamente empezaban a planificar la forma de expulsarlos del lugar.
Consciente de que su lazo con Joaquín estaba roto, Emilia comprendió que no podría ingresar a la secta para saber que era lo que estaba sucediendo dentro, por lo que ideó la forma de averiguar que se estaba gestando a través de una espía: Julia Ossa, una ex prostituta, que había sido rescatada de las calles por un grupo de la Universidad donde Emilia dictaba clases.
Era una mujer de una pasión que emanaba por sus poros; Tremendamente guapa y sensual, era capaz de capturar miradas de hombres y mujeres por igual; Deslenguada, no necesitaba levantar la voz para minimizar a sus contrincantes, pues contaba con la capacidad de detectar las falencias de su enemigo y liquidarlos con tan sólo una palabra.
Julia era, sin dudas, la candidata ideal para infiltrarse en la Comunidad e informar a Emilia lo que pasaba dentro, todo por supuesto a cambio de dinero, que era lo único que a ella le importaba en este mundo. Emilia y Julia idearon en conjunto el plan para que Joaquín la conociera de forma casual. Desamparada y envuelta en lágrimas, Julia lloraba en las afueras de la Comunidad cuando el líder la encontró sentada, aparentemente sin destino y le explicó que no tenía donde ir.
La invitación a unirse a la Comunidad fue inmediata, premiando el plan con el que Emilia tenía certeza haría ingresar a su espía. Las siguientes semanas ambas mujeres se comunicaron en secreto, sin embargo a poco andar Emilia comenzó a darse cuenta como los pensamientos de su hermano comenzaban a penetrar en la cabeza de Julia, convenciendola de que él podría llevarla a la salvación, pero peor incluso, que ella podría compartir una vida a su lado.
Emilia intentó por todos los medios que Julia entendiera que Joaquín le estaba lavando el cerebro, pero cuando el líder le pidió a la ex prostituta que se convirtiera en su segunda esposa, ella terminó de confirmar a quien le debería lealtad.
Desde ese día Julia Ossa se convirtió en la mano derecha de Joaquín, sin revelar nunca cuales habían sido las verdaderas motivaciones para unirse a la secta. Guardó el secreto de su doble militancia, pero los motivos que tenía Emilia para meterla de infiltrada. El verdadero rostro de la hermana de Joaquín, sus reales intenciones, ese misterio indescifrable, era algo que Julia siempre supo y que dejó escrito en una carta poco antes de morir.
Un equipo de fuerzas militares llegó hasta el Oasis del desierto informando que los últimos sobrevivientes de "Valle Azul" acababan de fallecer y el pueblo entero había sido dinamitado para prevenir nuevos focos de contagio. Emilia preguntó si habían conseguido su encargo. Un sobre sellado, que contenía la carta, fue entregado en sus manos. Emilia abrió la misiva, sus ojos se llenaron de lágrimas al leer, cerró el sobre y lo guardó en una pequeña caja donde la líder atesoraba los recuerdos más importantes de su vida, incluida una fotografía de su esposo muerto...
...CONTINUARÁ
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